ROL SEMANAL
La crítica
Esta semana me ha tocado el rol de la crítica, cuya función es crear un manifiesto en contra de las injusticias sociales que se dan en la actualidad. Debo seleccionar un tema de actualidad y realizar una entrada con un comentario crítico personal, si desea a modo de manifiesto, sobre ese tema.
Esta semana voy a hablar sobre probar la vacuna del COVID-19 en África.
Como muchos otros problemas hasta que no afecta a los países desarrollados, no se empieza a investigar sobre dichos problemas, y una vez más como en muchas ocasiones África se convierte en el laboratorio humano, acción muy racista y discriminatoria por parte de los científicos que lo propusieron.
Como se indica en yahoo noticias, en los últimos días ha saltado una polémica muy interesante sobre una posible vacuna para la COVID-19 y sus pruebas en África. Se trata de un debate que suma a cuestiones sociales, políticas y culturales – colonialismo, racismo, supremacismo europeo… - las derivadas científicas y éticas. Vamos a intentar poner estas dos últimas en contexto.
Todo surge en un plató de televisión francés. Dos expertos, Jean-Paul Mira, jefe de la unidad de terapia intensiva del Hospital Cochin de París, y Camille Locht, director de investigación del instituto Inserm, debaten sobre posibles soluciones. Y comentan que se podría planear un estudio en África. La respuesta por parte de distintas personalidades no tardó en llegar, y ha sido especialmente vehemente en el caso de estrellas de fútbol de origen africano, que acusaban a los doctores de emplear África como “banco de pruebas” y a los ciudadanos de dicho continente como cobayas. Incluso el director de la OMS ha salido públicamente a rechazar la idea.
En esta última parte como aclara trome
“Este tipo de declaraciones racistas no hacen avanzar nada. Se oponen al espíritu de solidaridad. África no puede ser y no será un terreno de pruebas para ninguna vacuna”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, también exministro de Relaciones Exteriores de Etiopía, en una rueda de prensa desde Ginebra. “La herencia de la mentalidad colonial debe terminar”, agregó, respondiendo a la pregunta de un periodista nigeriano.
En la secuencia, Camille Locht, director de investigación en el Inserm, en Lille, estaba siendo interrogado acerca de los estudios realizados para encontrar una vacuna contra la COVID-19. En el plató, Jean-Paul Mira, jefe de los servicios de medicina intensiva y reanimación del hospital Cochin de París le preguntó: “si puedo ser provocador, ¿acaso no deberíamos realizar este estudio en África, donde no hay mascarillas ni tratamiento ni reanimación, como se hizo en algunos estudios con el sida? (...) ¿Qué opina?”-
A lo que el científico le respondió: “Tiene usted razón (...) estamos pensando, de forma paralela, sobre un estudio en África con el mismo enfoque, lo cual no quita que no podamos pensar también en un estudio en Europa y en Australia”.
Las declaraciones causaron tal controversia que ambos pidieron disculpas, y fueron condenadas por asociaciones y por el Ministerio francés de Relaciones Exteriores."Es vergonzoso y horrible escuchar a científicos haciendo ese tipo de declaraciones en el siglo XXI", recalcó el director general de la OMS.
A mi parecer, creo que en esta tesitura se aprovechan mucho de la situación de vulnerabilidad, y es una falta muy grande de principios. En esta situaciones se sigue viendo la falta de educación y la gran cantidad de prejuicios que sigue existiendo, por esto la educación debe cambiar y se tiene que empezar a educar en valores y no en superioridad.